domingo, 12 de julio de 2009

EL SER DEL MEXICANO: ¿SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD O PURA LITERATURA?


EL SER DEL MEXICANO: ¿SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD O PURA LITERATURA?

Por: WILFREDO QUISPE HUAYHUA

INTRODUCCION:
¿Realmente el mexicano tiene complejo de inferioridad o es simplemente expresión literaria de autores y si las tiene por que existen estos estigmas?, ¿la independencia y la revolución mexicana liberó realmente al pueblo mexicano?, ¿Qué paradigmas filosóficas buscaron los pensadores como Zea, Uranga y Ramos; sus posturas son convincentes para un México posrevolucionario?, ¿cuáles son las posibilidades filosóficas para un futuro mexicano e intercultural?.
Pues, una vez obtenida la libertad política y cultural mexicana, se aspiró a estados más perfectos, sabiendo graduar la fuerza de sus acciones entre los ideales y las posibilidades, han de tener pueblos y hombres; es decir: prudencia, inteligencia de los problemas de la vida, respeto por las condiciones que los predeterminan en tal o cual sentido, y al propio tiempo, representación clara de un estado más perfecto por alcanzar, y ánimo, esperanza y fortaleza para hacerlo asequible y cumplirlo”[1].
“El ser nacional de una comunidad humana no puede existir sino a condición de que dicha comunidad esté vinculada entre sí por el mismo idioma, por el mismo territorio, por la misma economía y la misma cultura” [2]. En este sentido, Cuando se trata de estudiar la particularidad del “ser del mexicano” o el “ser de otro país latinoamericano”, pues se trata de estudiar y discutir las especifidades que son también propias del hombre en un estado determinado. Lo que varía y difiere es el grado o predominancia de cierta característica, según el contexto o circunstancia histórica, sobre todo su pasado cultural, político y social en que vivieron y viven.
Estudios en su mayoría sobre la filosofía de lo mexicano y en el periodo posrevolucionario 1940-1950 se inspiraron en el historicismo de Ortega y Gasset, según el cual toda filosofía está determinada por la circunstancia vital en que se suministra; además, la verdad filosófica no es de validez universal sino circunstancial: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Aquí Ortega trata de explicar los dos planos el de la ejecutividad en el que hay dos polos: el yo y la circunstancia, por eso el filosofo trata de elevar su razón al segundo plano, tratando de realizar la peritación o salvación razonada de la vida. Estas ideas influyeron para que Justo Sierra, Samuel Ramos, Lepoldo Zea iniciaran estudios sobre filosofía y sobre esa circunstancia que se denomina México. Abelardo Villegas, estudioso de lo mexicano, afirma que esta postura historicista que “tiene más pretensión por la universalidad, es circunstancial, es relativa al hombre que la pensó y a la circunstancia que es él mismo”[3].
Asimismo, estos pensadores mexicanos también incorporaron influencias existencialistas de Heidegger: “El hombre no puede caracterizarse ni por tener existencia real ni por ser lo que es, sino por el modo como es lo que es; esto es, existiendo” [4]. Entre tanto, Leopoldo Zea aportó una luz para superar esta limitación al sostener que no debía quedarse la filosofía de lo mexicano en una contemplación egoísta y estéril del hombre, sino que había que alcanzar la verdad mexicana finalizada en obtener una verdad humana.
Y posteriormente a partir de 1947 los discípulos de José Gaos, abrieron debate en torno a una filosofía propia que discuta sobre la problemática de México en particular, del “ser mexicano” y no del “parecer del mexicano” que propiamente se verá en análisis y aportes del grupo que se autodenominaron “ HIPERION” [5]. Que lideró Emilio Uranga, seguido por Jorge Portilla, Ricardo Guerra, Joaquín Sánchez, Salvador Reyes, Luis Villoro, Samuel Ramos y otros discípulos.
CAPITULO PRIMERO
1.-SOBRE LA INFERIORIDA DEL MEXICANO.
Cuando se habla del pensamiento mexicano y en especifico del mexicano del siglo pasado la literatura nos muestra y nos remite a pensar inmediatamente de una filosofía resentida, que no necesariamente se ajusta a un sentimiento homogéneo, ha sido siempre una situación heterogénea y excluyente.
“Del mexicano se ha dicho muchas cosas diversas, entre ellas se habla de un supuesto sentimiento de inferioridad, resentimiento, insuficiencia hipocresía cinismo etc”[6]. Considero que los argumentos presentados por Zea son convincentes todas ellas hacen patente la falta de algo en el mexicano el sentimiento de inferioridad surge de las razones del “ser” y no poder “hacer”. Las limitaciones psíquicas o complejo de inferioridad que muestran actitudes de rechazo a su pasado historio- “racismo histórico” puesto que el resentimiento es por falta de algo positivo, de ahí surge la imitación, al imitar nos volvemos a encontrar con nosotros mismos sensación de carencia, pena, la pérdida de la identidad y se incurre en la aculturación o alienación y asimilación cultural.
ZEA dice: Emilio Uranga nos habló sobre la pena del mexicano tiene que ver algo que simboliza la pérdida de su ser.
“No queda más que una esperanza, la del futuro. Mientras que llegue ese futuro tratamos de actuar lo menos posible para evitarnos la pena de insuficiencia de nuestra acción, rebajando esta, coincidiéndole la menor importancia” ”[7]
“El pasado es lo que se quisiera no haber vivido” es el termino común y vulgar del ciudadano mexicano que a cada paso expresa. “Toda historia de México, desde la conquista hasta la Revolución, puede verse como una búsqueda de nosotros mismo, deformados o enmascarados por instituciones extrañas, y de una forma que nos exprese”. ”[8] El pasado y presente son negativos, pero el futuro al parecer nunca llegaría si no hay consenso y cambio de actitud del mexicano que vive confundido, sin vitalidad de llegar al futuro que puede ser algo diferente. Pero esto no ocurre en todos los grupos sociales. “estamos condenados a construir otra cosa que castillo en el aire a quedarnos en los proyectos, a dormitar esperando que mañana ha de llegar”,[9]. Los mexicanos auguran un día mejor y claman por un mañana, pero ese mañana nunca llega, el futuro es pura fantasía donde se colma las insuficiencias, rendimientos y está ligado a su presente.
¿Desde cuándo se han hecho estos sentimientos? Pues sencillamente es la herencia colonial. Trauma provocado por la conquista de hace cuatro siglos de no haber alcanzado una independencia política. Situación de retraso al no realizar ideales del siglo XIX tales como el liberalismo del occidente y Estados Unidos.
“Los criollos veían la expresión jurídica de este anhelo inclusive en la independencia la colonia respecto a la metrópoli, pero esta independencia no tenía nada que ver con la liberación de la nacionalidad mexicana”. [10], A los mexicanos les interesaba como nación su libertad, una libertad soñada que no lograron alcanzar con la independencia ni con la revolución. El pasado del México estaba hecho por España y la iglesia católica, una herencia colonial que dejó secuelas de pesimismo, el ocio, vicios sociales, etc.
Clara muestra aquí: El Virrey Carlos Francisco Croix dijo: -callar y obedecer – y el mexicano fue discapacitado, amputado y menospreciado por la clase dominante.
Por su parte, México como otros países latinos, estamos dentro de un estigma fatal, la negación de nosotros mismos, el menosprecio de nuestros valores culturales: filosofía, lengua, política y otros. “la filosofía solo puede hablar de lo que habló Aristóteles, Platón o Kant filosofía es seria, se ve bien con sandalias griegos o zapatillas Alemanas del siglo XVIII” ”[11] Zea, tiene toda la cognición, pues el mexicano no estima lo que produce México, sino admira lo extranjero, la ciencia y metafísica extranjera tiene mayor peso, lo mexicano queda rezagado y sin precio alguno.
Otros de los problemas es que el mexicano no acepta críticas mientras el norteamericano acepta y construye su futuro sobre la base de esas críticas, entonces logra su desarrollo, vulgarmente los norteamericanos dirían “a palabras necias oídos sordos”.
Muy a pesar de que desde el siglo XIX México proclamó su independencia, no es hasta más de un siglo después cuando comienza a interrogarse sobre el carácter y el ser del mexicano. “Toda historia de México, desde la conquista hasta la Revolución, puede verse como una búsqueda de nosotros mismo, deformados o enmascarados por instituciones extrañas, y de una forma que nos exprese”.[12], Peor aún, al responder el problema se afirma que el mexicano es un ser solitario, un ser inferior o un ser insuficiente, pero no se avanza mucho en el desarrollo de proyectos políticos puesto que se está midiendo de acuerdo a los valores europeos, dejando de lado los valores autóctonos Todo ello nació de una irresponsabilidad de no haber asumido el pasado frustración de nuestro proyecto por haberse encontrado raquíticos y disminuidos, imitadores. “La colonia en nueva España – en toda América Latina fue un régimen de atraso no solamente en la economía, sino en lo espiritual. Una de las inexactitudes que urge desterrar en la literatura histórica mexicana es aquella que se refiere a la pretendida labor educativa y cultural de los españoles” [13]. Lo más probable es que, el complejo de inferioridad del mexicano es consecuencia de la conquista europea y los largos años de la vida colonial, catequización y la educación que solo respondió a los intereses de la religión católica ortodoxa-española- dominación ideológica, se ha alimentado durante toda su historia de la cultura europea. Entre tanto, la cultura autóctona fue destruida totalmente desde sus raíces y se procuró construir un estado nación alienante y nunca forjaron ideales de la reconstrucción cultural mexicana.
En tales condiciones “La reflexión filosófica se vuelve así una tarea salvadora y urgente, pues no tendrá nada mas por objeto examinar nuestro pasado intelectual, ni describir nuestras actitudes características, sino que deberá ofrecernos una solución concreta, algo que dé sentido a nuestra presencia en la tierra. [14].
Dice textualmente Zea, “la adaptación de nuestro proyecto a nuestro realidad cambiaria el horizonte nuestro posibilidades (…), podremos sentirnos firmes, abiertos, optimismos y con capacidad para los cuales, apenas ayer, nos consideramos negados”, y propone una filosofía más próxima al mexicano.

CAPITULO SEGUNDO
2.-EL PROBLEMA DEL SER DEL MEXICANO.
El análisis presentado por Emilio Uranga, nos muestra clara evidencia de un pueblo resentido y para explicar su postulado se basa en los fundamentos filosóficos sobre la base de la fenomenología y el existencialismo. “Accidentalidad como carácter de resentimiento, relajo, melancolía fragilidad”.
Tal vez sea más frecuente ubicar a Emilio Uranga como el filósofo más destacado en los años cincuentas, junto con otros jóvenes de su generación. Que emprendieron la heroica tarea de elaborar una filosofía en torno al problema del ser del mexicano en vista de una necesaria transformación de un entorno social con la consigna que el mexicano debía elegir un destino de acuerdo a sus posibilidades y a las condiciones sociales y políticas.
“La filosofía de lo mexicano ha tenido que hacerse en medio de luchas y controversias. No se trata de una ideología reposada y calmosa, ha surgido al filo de los hechos y aun que es un decantado de muchas elaboraciones intermedias, su condición terminal no ha podido preservarlo de la caducidad.”[15], lógicamente que una historia de enorme complejidad, repleto de problemas y de obstáculos, con un pasado colonial y todo el periodo de la república como la lucha de burgueses y caudillos criollos por el poder, son realidades históricas no solo de México, sino de casi de un 80 % de los países hispanoamericanos, en fin. El desencanto también según Uranga es uno de los elementos fundamentales de la historia de México. La dualidad se manifestó siempre en que un grupo seguía escindida entre una minoría que tiene nivel cultural, social, económico, de tipo occidental, y una enorme mayoría que continuaba viviendo en situaciones de pobreza e incluso de miseria. Análogo panorama había contemplado, sin duda, al abordar el problema de las clases sociales, de la caracterología del pueblo mexicano y del burgués como contraparte. “Divergencia de clases sociales”. El rico siguió siendo rico y el pobre cada vez más pobre, posiblemente hasta el día de hoy. Entre tanto nuestro ilustre maestro “Vasconcelos pensaba que la Revolución iba redescubrir el sentido de nuestra historia, buscado vanamente por Sierra. La nueva educación se fundaría en “La sangre, la lengua y el pueblo” [16], Y Por esta misma razón Uranga plantea el problema de fundar un análisis filosófico del mexicano, o en otros términos un análisis radical, fundamental, decisivo frente a reflexiones que se contentan con quedarse en los aledaños.
Abelardo Villegas dijo: que “la ontología es, por tanto, fundamento de la historia. Previo al análisis histórico del mexicano y ha de hacerse su análisis ontológico” (Villegas, 1988: 182). Pero la historia siempre quedará marcada en la mutilación de la cultura azteca y la gran invasión de la cultura occidental.
Y aquí es donde el análisis, la pura teoría se proyecta a la praxis, lo que nos lleva como dice el propio Uranga: al proyecto de operar transformaciones morales, sociales y religiosas con ese ser. Si así se piensa la filosofía, su función social es decisiva. “Con las reflexiones sobre el mexicano habríamos accedido a una edad histórica y cultural en que reclamaríamos vivir de acuerdo con nuestro propio ser, de ahí el imperativo de sacar en limpio la morfología y la dinámica de ese ser”, [17].
Desde perspectivas similares al menos por su énfasis positivo Leopoldo Zea considera que Emilio Uranga, al adoptar la idea de insuficiencia o accidentalidad del mexicano, en vez de inferioridad del mexicano, adopta un nuevo tipo de valoración del hombre de México peculiar a su realidad. En opinión de Samuel Ramos el ensayo de Emilio Uranga “es una elocuente prédica para que todos los mexicanos se curen del sentimiento de inferioridad haciéndolos ver que se trata solamente de una insuficiencia” (Zea, 1974: 43).
CAPITULO TERCERO
3.-SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD DEL MEXICANO
Samuel Ramos trata de explicar el ser del mexicano de acuerdo a la conducta del hombre dentro de la sociedad, por lo que me interesa analizar con mucho cuidado cada palabra del autor, exponiendo sus ideas y discrepando a la vez en cuanto sea necesario.
Samuel Ramos”. Afirma que el sentimiento de inferioridad es secuela de la Conquista, mestizaje, etc., el autor hace también referencia la susceptible e inmadurez del mexicano; sin embargo no solo es la conquista, tampoco el mestizaje, sino es la república que más a pauperizado al mexicano, que en algún momento alcanzó su supuesta independencia.
“Al nacer México se encontró en el mundo civilizado en la misma relación del niño frente a sus mayores. Se presentaba en la historia cuando ya imperaba una civilización madura, que solo a medios puede comprender un espíritu infantil… el sentimiento de la inferioridad se agrava con la conquista el mestizaje y hasta con magnitud desproporcionado de la naturaleza”,[18]. La desproporcionalidad en la civilización o diré en el progreso, no responde necesariamente porque los mexicanos pretendieron estar en esa desproporcionalidad social, económica con otros países; sino, son factores externos, la influencia y dominación de los estados avanzados como EE. UU, Inglaterra y otros. En ese sentido, los mexicanos habrán vivido posiblemente tiempos de desigualdad económica. Por lo tanto la psicología del mexicano es resultante de las reacciones para ocultar el sentimiento de inferioridad, como el imitar a otros países que se formaron en otros espacios y contextos históricos diferentes, pero la clase imperante y gobernante solo buscó beneficio personal; entonces, el pueblo siguió siendo pobre y rezagado. Dice Ramos:“para comprender el mecanismo de la mente mexicana… el mayor ejemplar para el estudio es el pelado mexicano pues él constituye la expresión más elemental y bien dibujada del carácter nacional”, [19].. Él pelado”[20]. Según Ramos ostenta cínicamente algunos impulsos el cual los hombres quieren disimular, para Ramos, “el pelado es menos que un proletario, un primitivo, su vida le ha sido hostil, con un negro resentimiento, manejan un lenguaje grosero y agresivo, es un animal que se entrega a pantomima creyéndose más fuerte y superior, el pelado busca la riña como un excitante siempre por medio de frases que quiere demostrar un predominio mucho mayor, como el decir yo soy tu padre o sea nos lleva a decir que el quiere llenar un vacío, el del macho, que disfruta su potencia animal, se considera como un amante de ser un fanfarrón. Por eso sale ese hombre a lo anormal.
“El pelado pertenece a una fauna social de categoría ínfima y representa el desecho humano de la gran ciudad” [21].La mirada literaria de Ramos al pelado y que tácitamente representa al “ser nacional” no me parece nada afín, puesto que los comportamientos psicológicos y sociológicos de un grupo social no pueden denigrar a la población en su conjunto. “Cuando los intelectuales y profesores pretenden definir al mexicano por su sentido de la muerte, por su resentimiento, por su propensión a la paradoja y por sus inhibiciones y eluciones sexuales, no están haciendo otra cosa que una literatura barata de salón”. [22]. Pues, la postura de Ramos me huele a un arquetipo conservador y discriminante, no se puede menospreciar de esta manera a un grupo social, por las siguientes razones: puesto que, cada grupo social tiene una cultura. Esta crítica me hace echar en cara, cuando los europeos llegaron a América e inmediatamente especularon que el americano no era un ser humano, tampoco tenía alma ni inteligencia. Su crítica es muy tajante. “La mirada del extranjero nos alcanza en la verdad de nuestro ser y empezamos a creer que de verdad somos, por ejemplo, charros disolutos o indios tristes, imágenes deformes y falsas del mexicano que son como un reflejo en la pantalla cinematográfica, o en el lienzo, de formas, seudoformas de vida arrancadas a retinas turísticas por algún director cinematográfico” [23]. Algunos intelectuales tratan de desfigurarnos y mostrarnos así a nuestros hijos, para que ellos, o sea la nueva generación nos repugnen, de ahí parte el resentimiento histórico, el desagrado al pasado.
3.1.-EL PERFIL REAL DEL MEXICANO
Me ha sido importante analizar a los grupos sociales desde la percepción de Ramos y veremos que dice:
“cuando el individuo se siente flotar en un mundo inestable, en que no está seguro ni de la tierra que pisa, su desconfianza aumenta lo hace apresurarse por arrebatar al momento presente un rendimiento efectivo” [24]. El hombre de la ciudad psicológicamente es muy diferente a la de un campesino, pues bien, empezamos por la desconfianza irracional en donde desconfía de todos los hombre y mujeres, éste se excede y se extiende, es muy torpe, niega todo sin razón alguna, y si este es muy desconfiando su desconfianza aumenta, y lo más cercano a este es la susceptibilidad ya que el desconfiando está siempre temeroso de todo. Todo lo interpreta como ofensa, llegando a los extremos todo a causa de su susceptibilidad, estas son ideas de cómo la inseguridad de mexicano proyecta, hacia fuera convirtiéndolo en desconfianza, es susceptible y nervioso, de mal humor, iracundo y violento. “La vida mexicana da la impresión, en conjunto de una actividad reflexiva, sin plan alguno. Cada hombre en México, solo se interesa por los fines inmediatos”,- [25]. Lo que quiere explicar Ramos, hace mención de un mexicano que carece de una voluntad de controlarse, es violento y sin proyectos de vida familiar y social, solo vive lo presente. En este caso, el hombre de la ciudad es ajeno a todo acontecimiento vive como puede, es decir “sálvese quien pueda”, en esta afirmación Ramos nos categoriza el comportamiento del mexicano de la ciudad como el hombre ajeno a los problemas políticos, sociales de su estado. Este mismo ocurre en casi todos los países Latinos, especialmente en Perú, menos con los de Chile, EE. UU, y Cuba que son distintos en comportamiento sociocultural y político.
Entre tanto; del burgués mexicano, Ramos manifiesta como el tipo que: “tiene la misma susceptibilidad patriótica del hombre del pueblo y los mismos perjuicios acerca del carácter nacional” [26]. Eso dice Ramos, pero desde mi punto de vista, el burgués aún y hasta ahora en México o en cualquier país latino o ex colono europeo vive cuidando la herencia colonial “la alta alcurnia burguesa”; está siempre adherido como el molusco a la concha, todo acaparamiento administrativo y comercial fluye por su sangre. Pero Ramos insiste que el mexicano burgués es muy susceptible, se puede decir patriótica de hombre del pueblo, el burgués disimula de un modo completo sus sentimientos de menor valía posee más autoridad y recursos intelectuales para ocultar el sentimiento de inferioridad pues bien el mexicano por querer ser superior se vuelve un introvertido, “el mexicano es un ser que cuando se expresa se oculta; sus palabras y gestos son casi siempre mascaras” [27]. El mexicano ignora que vive en una mentira por fuerzas inconscientes y dejaría de actuar así, o sea huye de sí mismo para llegar a un mundo ficticio.
3.4.-EL PERFIL IDEAL DE LA CULTURA MEXICANA.
Un pueblo con un pasado cultural muy civilizado; temido y admirado en su época fue la azteca, una vez mutilada y conquistada por otra cultura supuestamente superior, se desvaneció y a partir de allí todo fue asimilación y aculturación, por tanto es difícil definir una cultura, especialmente una cultura que se manifiesta en un país multicultural, multiétnico y multilingüe. Samuel Ramos trata de explicar que la cultura mexicana no puede definirse como algo autóctono pero al mismo tiempo, no puede definirse como la cultura de España. Ramos piensa que la gente ha sido sorda a su destino y por eso necesita empezar a cambiar su mentalidad para que pueda entenderse a sí misma. Necesita aprender más del mexicano. “Una filosofía mexicana tendrá que afrontar la ambigüedad de nuestra tradición y de nuestra voluntad misma de ser, que si exige una plena originalidad nacional no se satisface con algo que no implica una solución universal” [28]... Ramos dice que antes de entender la cultura mexicana, es importante entender como la ciencia afecta nuestra visión de la cultura. Todos tenemos prejuicios que afectan nuestro concepto de cualquiera cosa. Es lo mismo con una descripción o comprensión de una cultura. Por tanto No estamos empezando con una visión límpida de México. Los prejuicios de México nos ayudan descubrir las relaciones entre hechos diferentes. Por eso, sabemos que no es posible crear una cultura nacional. La cultura mexicana no debe ser definida como algo obscuro y esto ocurrirá si tratan de cerrar las puertas de las otras culturas, es decir tiene que haber interacción, la interculturalidad.
Por eso será una base para estudiar la cultura mexicana con sus rasgos europeos que al mismo tiempo tiene características de lo autóctono, entonces se habla de un sincretismo cultural. La cultura es parte inseparable de la vida. En esas circunstancias, “Una de las características, precisamente del ser nacional del mexicano es que convive, como tal ser, junto con otras nacionalidades dentro de los límites de un mismo territorio. La no realización de la conciencia de las minorías idiomáticas que conviven junto al mexicano, constituye, en consecuencia, una de las antinomias básicas que obstruye el camino para que el ser nacional del mexicano conquiste su absoluto posible y se realice en una forma plena e integra”. [29], por lo que el mexicano debe vivir educando a su juventud. Deben enseñar la disciplina de la voluntad y la inteligencia, y en la cultura encontrarán una inteligencia suya, una cultura viviente y llena de orgullo. Pues bien, ahora el aceptar el nacionalismo radical sería tener un caos espiritual, el saber concreto es lo menos que debe interesarnos de la cultura, lo que para México es de una gran importancia decisiva, es aprender de la cultura lo que en ella hay una disciplina intelectual y moral hacer más abierta al mundo.
CONCLUSIONES:
• Los trabajos de Ramos y Uranga, que han intentado dilucidar el ser mexicano nos muestran un mexicano que no pretende adquirir un nuevo ethos, han tratado de ver al mexicano inserto en la historia y reconocer como válidos los valores europeos. Ramos parece olvidar también el elemento Indígena, ¿acaso no hay en el nativo el elemento o la tradición cultural milenaria? No obstante Leopoldo Zea concluye que no tanto de adaptar determinados valores a la realidad propia de México, sino de abstraer de esta realidad los valores que le sean peculiares. Es menester realizar una inversión de valores que permita al hombre de México actuar y realizar su propio destino de acuerdo con sus circunstancias.
• Lo cierto es que; frente a la barbarie, la desigualdad, el etnocidio del colonizador; los mexicanos lograron una independencia falsa, fue solo la liberación económica de los burgueses y la lucha de caudillos criollos por el poder. Los mexicanos en su conjunto o digo el pueblo pretendieron ser una civilización moderna; pero sus posibilidades reales no se los permitían. Así vivieron a partir de un ideal inalcanzable, en una utopía eterna.
• Frente al desarrollo material de otros países, los mexicanos ocultaron su ser bajo la “imitación” de lo extranjero, tratando de parecerse cada vez más al país vecino los EE. UU o a los estados “europeos”. Entonces, mexicanos cada vez más consumistas y frágiles e inestables en sus proyectos políticos. Es más el carácter del ser mexicano, de ese ser desgarrado quedó irresoluble; más aún, el fenómeno de la globalización diluye el tema del ser mexicano, porque mientras la familia se hace más grande la individualidad tiende a disolverse.
• La desestimación y la falta de reconocimiento de la identidad cultural, el desprecio de la realidad propia ha llevado a los mexicanos a la “autodenigración” y al “sentimiento de inferioridad”. Y también la indiferencia a la hora de actuar en los proyectos sociales y políticos poco o nada les importó por que los problemas políticos solo son de los criollos o los rezagos de la colonia que no dejan la ostia y el vino para el pueblo.
• Los tres autores no consideran al indígena como sujeto activo en la construcción del estado mexicano, y mucho menos a la mujer. La participación femenina en la construcción política es nula, lo que supone que los autores no tomaron en miramiento a la mujer mexicana, “invisibilizacion indígena y femenina” o fue la realidad de la época.
POSIBLES MEDIDAS PARA UN MEXICO INTERCULTURAL Y ACTUAL.
En primer lugar, si aún existe " los complejos inconscientes que hasta hoy han cohibido el desarrollo de su ser verdadero, entonces es cuestión de liberar. Esto se lograría mediante un análisis crítico-psicológico del ser del mexicano, es decir, realizando una "introspección nacional". Este proceso conducirá a un civismo coherente. Y la educación jugara un rol importante en todo el proceso de concertación.
· La construcción de una sociedad justa, democrática y libre, implica formar hombres con capacidades acordes a los sucesos actuales de la sociedad, se procura erigir una sociedad plurinacional, multilingüe, productiva, buscar formas o alianzas de entendimiento y de cohesión social. Aquí la educación juega un papel preponderante y los pensadores deben pensar desde México para el mundo. Una filosofía no con sandalias europeas, sino con camisetas mexicanas.
Ampliar programas específicos para las sociedades excluidas es brindarles la oportunidad de participar activamente sin discriminación y exclusión, la fusión de los horizontes, es el entendimiento de lo que constituye un valor. Debemos reconocer que los grupos subprivilegiados tienen una unidad cultural de mucha importancia y un valor de gran profundidad y los daños más drásticos es que no se les reconozca como portadores de ciencia y tecnología y México tiene una tradición cultural milenaria en ciencia y tecnología ancestral, por decir nomas “la escritura maya”.
La civilización de un pueblo adquiere su carácter, no de las manifestaciones de su prosperidad o de su grandeza material, sino de las superiores maneras de pensar y de sentir que dentro de ella son posibles. Descolonizar la mentalidad desquiciada y alienante tomando posturas y proyectos que beneficien a la mayoría.
· Finalmente diré que el diálogo intercultural es imprescindible al pensamiento para alcanzar la universalidad, si no quedaríamos atrapados en nuestra visión intracultural aprieta, por eso es necesario poner a la ciencia y a la filosofía sobre fundamentos interculturales.

BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA:
DIEGO GRACIA – Voluntad de verdad para leer a Zubiri, primera edición 1986, Barcelona- España.

Ramos, Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México, México, Imprenta Mundial, 1934.

-Revueltas, José. Ensayos sobre México, México, ERA, 1985.

-Revueltas, José México 68. Juventud y revolución. México, ERA, 1984.
5. Uranga, Emilio. Análisis del ser del mexicano. Guanajuato, Ediciones del Gobierno del Estado de Guanajuato, 1990.
-Portilla, Jorge. Fenomenología del relajo, México, FCE/CREA, 1984.
Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970.

8. -Villegas, Abelardo: El pensamiento mexicano en el siglo XX, Fondo de Cultura Económica, 1993.
Zea, Leopoldo. Conciencia y posibilidad del mexicano, México, Porrúa, 1978.

[1] Vasconcelos, José, citado por Villegas, A, p. 193, p. 59.

[2]Revueltas, José. Ensayos sobre México, México, ERA, 1985. Pag.46.


[3] Villegas, Abelardo. La filosofía de lo mexicano. UNAM, México, 1979, p. 10

[4] Texto citado por DIEGO GRACIA – Voluntad de verdad para leer a Zubiri, primera edición 1986, Barcelona- España. Pag. 71.

[5] Hiperion (En griego significa hijo de la tierra y del cielo). Jóvenes filósofos, discípulos de Gaos que se agruparon bajo esta denominación. Liderado por Emilio Uranga, participando activamente Jorge Portilla, Samuel Ramos, Ricardo Guerra, Joaquín Sánchez, Salvador Reyes, Luis Villoro y otros. Cuyo objetivo del círculo intelectual fue estudiar la esencia del “ser” del hombre Mexicano con más reflexión. Crear una filosofía autentica y perfectamente mexicana. se propusieron situar la filosofía en lo concreto y con ello crear una filosofía mexicana auténtica. El grupo nació con la preocupación de ligar lo concreto con lo universal, para elevar a universal la propia realidad.

[6] ZEA LEOPOLDO, Dos ensayos sobre México y lo Mexicano- posibilidad del mexicano, México, Porrúa, 1978, pag. 131.

[7] ZEA LEOPOLDO, Dos ensayos sobre México y lo Mexicano- posibilidad del mexicano, México, Porrúa, 1978, pag. 134.

[8] Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970. Pág., 148.

[9] ZEA LEOPOLDO, Dos ensayos sobre México y lo Mexicano- posibilidad del mexicano, México, Porrúa, 1978, pag. 139

[10] Revueltas, José. Ensayos sobre México, México, ERA, 1985. Pag.53.

[11] ZEA LEOPOLDO, Dos ensayos sobre México y lo Mexicano- posibilidad del mexicano, México, Porrúa, 1978, pag. 138.

[12] Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970. Pág., 142.

[13] Revueltas, José. Ensayos sobre México, México, ERA, 1985. Pag.61.
[14] Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970. Pág. 151
[15] Uranga, Emilio. Análisis del ser del mexicano. Guanajuato, Ediciones del Gobierno del Estado de Guanajuato, 1990. Pag.150.

[16]Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970. Pág. 136
[17] Uranga, Emilio. Análisis del ser del mexicano. Guanajuato, Ediciones del Gobierno del Estado de Guanajuato, 1990. Pag.152.

[18] Ramos, Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México, México, Imprenta Mundial,
1934. pág.71.
[19] Ramos, Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México, México, Imprenta Mundial,
1934. pág.73.

[21] Ramos, Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México, Imprenta Mundial, 1934. pág. 73.
[22] Revueltas, José. Ensayos sobre México, México, ERA, 1985. Pag.45.
[23]. Portilla, Jorge. Fenomenología del relajo, México, FCE/CREA, 1984.pag. 124.
[24] Ramos, Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México, México, Imprenta Mundial,
1934. pág.80.
[25] Ramos, Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México, México, Imprenta Mundial,
1934. pág.79..

[26] Ramos, Samuel: El perfil del hombre y la cultura en México, México, Imprenta Mundial,
1934. pág.83.

[27] Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970. Pág. 143.
[28] Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, México, FCE, 1970. Pág. 151.
[29] Revueltas, José. Ensayos sobre México, México, ERA, 1985. Pag.44.

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